Alberto Martínez Abril 12 2024
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Una vez que Nina (Natalie Portman) es elegida para interpretar el Lago de los Cisnes comienza a tener contacto con su lado oscuro creando una supuesta rival que termina por destruirla: alucina consigo misma mientras transita por un puente y con una compañera con la cual cree haber tenido relaciones sexuales, algo totalmente a rigurosa educación inculcada por una madre posesiva.
“Ella representa el cisne blando, la pureza, la castidad, es el reflejo de una mujer reprimida y maltratada, pero crea una imagen paralela de cisne negro a partir de la supuesta imagen de otra mujer, su alter ego, muy liberada, desinhibida, activamente sexual, que se alcoholiza, algo que en su parte blanda no haría. Y por ello no recuerda, ahí está la disociativa y hace todo lo posible por matar a su rival, que no es otra cosa que suicidarse”, dijo Alfredo Whaley, del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Y aunque se trata de una historia cinematográfica, el psiquiatra, terapeuta familiar, especialista en traumas de la Clínica de Género y Sexualidad del INP explicó que la medicina comienza a reconocer el Trastorno de la Personalidad Disociativa que, por lo regular, lo sufre una persona víctima de maltrato y abuso sexual infantil, que requiere del mecanismo de “salirse de sí mismo, y experimentar lo sufrido, como una violación, como si se tratara de una película, para protegerse”.
Antes la medicina lo llamaba personalidad múltiple, basado en el caso de Shirley Ardell Mason, mejor conocida como SybilDorsett, que nació el 25 de enero de 1923, que convivía con más de una veintena personalidades, de hecho, actuaba y se transformaba en ellas en cualquier momento como niña, hombre, anciana, demonio. Se despertaba en un lugar al que no recordaba cómo había llegado, y se encontraba vestida con ropas que no reconocía como suyas.
La medicina, explicó, desde hace una década ya es más clara en cuanto a los rasgos de una persona con Trastorno de la Personalidad Disociativa, es decir, “los pacientes pueden alucinar pero a la vez están conscientes que en ciertos momentos sacan su niño, su parte agresiva, muchos se auto agreden y autolesionan, se cortan, tienden ser muy puritanos en un sector y en el otro muy activos sexualmente.
Y lo mismo sucede con aquellos que, siendo todos unos caballeros, al subirse a un automóvil se transforman como en el personaje de “Tribilín” al grado de enloquecer en el volante, se vuelve grosero, todo un cafre. O bien de aquella sensible chica que, ante una negativa de su novio a salir con ella, suele transformar su ansiedad por abandono en ira descontrolada que la lleva a tomar un cuchillo con la idea de asesinar a su pareja e incluso acabar con su propia vida.
“No es como se piensa que esa persona tiene seis personalidades diferentes, con voz y edades distintas, es la misma persona que se enfrenta con su cisne blanco y su cisne negro, se enfrenta a su imaginario. Ahora, se piensa que muchos de los trastornos de personalidad se asocian con los son disociativos, como son la depresión severa, los trastornos alimenticios, de la sexualidad, y limites.
“Hay, claro, pacientes que se enceguecen, decir, pueden dar más de una docena de puñaladas en automático o tener una conducta completamente distintas, ser por la tarde una seria y estricta ejecutiva, y por la noche una mujer seductora que se entrega a los placeres sexuales sin rubor con cuanto hombre se tope en su camino”.
Uno de esos casos es el de Juana. Cualquiera que la mire advierte en ella a una mujer pasada de 50años, con las arrugas y flacidez común de su edad, pero en su casa se comporta como una niña de ocho años que, como tal, hace berrinche cuando le apagan el televisor o sus propios hijos se niegan acompañarla a la tienda o efectuar a cualquier actividad fuera de su hogar, siempre cuidándola de un peligro externo. No puede dar un paso sola.
Juana se identifica como “una niña mala” porque además gusta de masturbarse y hacer gala de sus juegos eróticosque, a su vez le provocan un profundo sentimiento de culpabilidad y malestar por la religión católica inculcada. Según su historial médico la mujer padece de Trastorno de la Personalidad Disociativa, donde la persona es una pero se ve como otra diferente, y lo sabe, pero no puede actuar por estar atrapada en su pánico.
“Si existe el diagnóstico, pero no es común porque los especialistas siguen viendo los casos de manera muy tradicional, tipo SybilDorsett, pero si se considera cuestiones como el hecho de que una persona actúa como si fuera varias personas, posiblemente encontraríamos más casos. Tenemos pacientes que actúan como niños, como que sufren regresión, su voz hasta cambia pero en tono en forma, pero saliendo vuelven a ser los adultos.
“O pacientes masoquistas que, de repente adopta la personalidad de un sumiso, le pasa a una sexoservidora para que lo golpe, y saliendo vuelve a ser la persona poderosa, con un cargo ejecutivo. Es una personalidad oculta que te transforme