Alberto Martínez Agosto 4 2025
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Una tos persistente. Dolor en el pecho. Dificultad para respirar. A simple vista, podrían parecer secuelas del smog o una gripe mal curada. Pero cada vez más, estos síntomas revelan algo mucho más grave: cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado.
“El perfil del paciente ha cambiado radicalmente”, señala Diego Maldonado, especialista en enfermedades respiratorias de Cleveland Clinic Florida. “Cada vez vemos más diagnósticos en personas sin antecedentes de tabaquismo, pero con una fuerte exposición a contaminantes ambientales”.
En urbes como la Ciudad de México, donde los niveles de partículas finas (PM2.5) con frecuencia superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, la contaminación del aire se ha convertido en un factor de riesgo que suele ser ignorado. A esto se suman la exposición al humo de leña en zonas rurales y al contacto diario con sustancias tóxicas como asbesto, radón o arsénico en entornos laborales.
Lo más preocupante, dice Maldonado, es que el cáncer de pulmón en etapas iniciales puede confundirse fácilmente con padecimientos como asma o bronquitis. “Los síntomas son inespecíficos. Muchas personas llegan con un cuadro avanzado porque pensaban que solo tenían una infección respiratoria común”, advierte.
Frente a esta amenaza, existen herramientas capaces de cambiar el rumbo del diagnóstico. En Cleveland Clinic, se emplean tecnologías que permiten detectar el cáncer de manera temprana y tratarlo con mayor precisión:
• Tomografía computarizada de baja dosis, útil para personas en riesgo.
• Biopsias líquidas, que identifican mutaciones genéticas directamente en la sangre.
• Cirugía robótica y toracoscopia asistida por video, con menos secuelas y recuperación más rápida.
• Terapias dirigidas e inmunoterapia, diseñadas para atacar mutaciones específicas o reforzar el sistema inmune.
Maldonado recomienda realizar chequeos periódicos, usar mascarillas en entornos de riesgo, hacer ejercicio, mantener una dieta rica en antioxidantes y consultar con especialistas cuando existan factores de exposición ambiental.
“El cáncer de pulmón puede tratarse con éxito si se detecta a tiempo. Conocer los riesgos y actuar con responsabilidad puede marcar la diferencia”, subraya.
Alguna vez considerado un mal exclusivo de fumadores empedernidos, el cáncer de pulmón ha dejado de ser predecible. Hoy se filtra con el aire que respiramos. Y si no se visibiliza, seguirá siendo una de las enfermedades más letales y silenciosas del siglo.