Con anestesia local y sin causar somnolencia al paciente, debe mantenerse alerta y seguir instrucciones, se coloca un marco a especie de corona que se fija en el cráneo y se hacen las perforaciones. Se introducen los electrodos que generan corriente eléctrica a determinada frecuencia y por debajo de la piel se injerta una batería en el área del pectoral, misma que es visible, para que el paciente recargue el dispositivo con energía eléctrica que se irá ajustando de acuerdo con la valoración.
“Es la mejor terapia para los pacientes. Se coloca electrodos dentro del cerebro, en zonas muy específicas, por ejemplo, en el núcleo ventral intermedio para controlar los temblores; núcleo subtalámico con exceso de temblor y efectos secundarios a los medicamentos, y la intención es reducir la toma de terapias, y en el lóbulo parietal que ayuda a los pacientes con discinesia, es decir, que tienen contracturas, sufren de exceso de dolor y tienen rigidez”, explicó.
“El generador se conecta a una tableta por bluetooth y con ella ajustamos a los parámetros, para ello, el paciente en plena cirugía debe de decir cómo se siente. Se impacta en el movimiento, la rigidez, se disminuye el dolor. Se mejorar su calidad de vida”, dijo Fonseca Cosío luego de comentar que el sector privado esta intervención supera los 15 mil dólares.
Un grupo multidisciplinario y ético, comentó, analiza al paciente ideal, que sea menor de 65 años, con adecuada respuesta a la terapia levodopa y sin contraindicación por padecer diabetes, hipertensos, con cardiopatías o cuya condición eleve el riesgo muerte.
“Se está procurando intervenir de manera temprana y no cuando esté muy deteriorado el paciente”, aseveró tras referir que este tipo de dispositivos también son candidatos para usarse en pacientes con adicciones a drogas, a la comida, con depresión severa, entre otros.
La duración del aparato es de 15 años en promedio, aunque algunos deben ser reemplazados cada 5 años. “Estamos operando alrededor de 60 pacientes al año en el IMSS”, aseveró.
CARACTERÍSTICAS DEL PÁRKINSON
Los datos curiosos sobre el Párkinson: Tomar tres tazas de café diario y consumir alcohol, incluso, fumar tabaco paradójicamente, se han convertido en alguno de los factores protectores contra el desarrollo de dicha enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la pérdida progresiva de neuronas productoras de dopamina en el cerebro, aseguró Carlos Martínez, neurólogo.
“Hay factores protectores, curiosamente, el alcohol y consumo de café, tres tazas por día, se ha descrito que protegen contra el Párkinson, por supuesto, la actividad física regular y la alimentación adecuada”, explicó Martínez, especialista en Párkinson tras comentar que esta enfermedad, por su complejidad, ha sido estudiada desde diversos enfoques y uno de ellos ha sido la cafeína y el alcohol.
“Son estudios que se han hecho en pacientes y se ha visto en los mismos que tienen menos posibilidad de desarrollar Párkinson, lo que no debe tomarse como una invitación a convertirse en alcohólico”, aclaró Martínez.
Neurólogo y especialista en Párkinson comentó que el padecimiento no es de carácter hereditario, aparece de forma espontánea entre los 50 y 65 años, pero se ha demostrado que hay algunas excepciones cada más frecuentes que suceden antes de los 40 años, también conocido como Párkinson juvenil.
“En casos excepcionales, se ha informado de casos de Párkinson en personas menores de 20 años (Parkinson juvenil, la cual si es por herencia genética o por un cúmulo de sustancias como cobre, calcio, magnesio en el cerebro, son pocos casos)”, añadió Martínez.
“La causa exacta de la enfermedad es desconocida, pero se cree que puede estar relacionada con una combinación de factores ambientales, así como la presencia de proteínas anormales llamadas "cuerpos de Lewy”, explicó.
“Los cuerpos de Lewy son agregados anormales de proteínas que se acumulan en las células nerviosas y pueden interferir con su funcionamiento normal”.
Algunos factores de riesgo, además de la edad, incluyen exposición a productos químicos tóxicos y lesiones cerebrales de repetición. Son los campesinos, por ejemplo, uno de los sectores afectados por el contacto con pesticidas.