Redacción Pamisalud Mayo 30 2024
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En México se estima que hay alrededor de 20 mil personas que viven con Esclerosis Múltiple (EM), una enfermedad que se manifiesta cuando el propio sistema inmunológico ataca, por error, a la mielina, y a la capa que protege a las neuronas, causando debilidad de extremidades, hormigueo, inestabilidad, visión borrosa, problemas de memoria y fatiga.
La esclerosis múltiple (EM) es la primera causa de discapacidad no traumática en gente joven y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), a través del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, cuenta con 12 avanzados tratamientos modificadores de la enfermedad que han abierto una nueva esperanza para mejorar la calidad de vida de las personas con esta patología.
Se trata de una enfermedad que se diagnostica con un estudio de resonancia magnética y con la experiencia clínica, explicó la especialista Sandra Quiñones Aguilar.
La población más afectada es la económicamente activa. “Estamos hablando de gente entre los 20 y los 50 años. Es la enfermedad con registro de mayor investigación a nivel mundial. México participa en varios protocolos de estudio y el Issste cuenta con todas las terapias aprobadas para su atención”, de acuerdo con Quiñones Aguilar.
El CMN “20 de Noviembre” efectúa diagnóstico entre pacientes que inician en la edad pediátrica y en la adolescencia dicha enfermedad, y les otorga tratamiento vía oral o intravenosa.
El objetivo de los procedimientos modificadores que se proporcionan en este nosocomio, explicó la neuróloga, es disminuir la cantidad de inflamación, el número y nivel de brotes o recaídas, frenar la neurodegeneración y, lo más importante, evitar la progresión de la EM para retrasar el avance de multidiscapacidades, principalmente motriz, visual y mental.
“Hoy contamos con medicamentos orales e intravenosos de aplicación ambulatoria que no requieren hospitalización y se aplican cada 28 días o hasta una o dos veces por año. Entre los 12 tratamientos con los que cuenta la institución tenemos interferones, fingolimod, acetato, teriflunomida, natalizumab, ocrelizumab, ahora ofatumumab, rituximab y natalizumab cutáneo”, dijo.
“Con la diversificación de herramientas terapéuticas hemos logrado modificar la evolución de la EM y mejorar la calidad de vida de los pacientes, así como la de sus familias, porque han frenado la progresión y eso permite que se mantengan más años productivos”, enfatizó Quiñones Aguilar.
Informó que existen más de 80 síntomas y signos asociados a la EM, entre los más comunes están: depresiones inexplicables, neuritis óptica que puede causar ceguera en uno o los dos ojos, problemas de deglución, visión doble, pérdida de la fuerza o de la sensibilidad, incontinencia urinaria, agachar la cabeza y tener una sensación de una descarga eléctrica (signo de Lhermitte), y discapacidad motriz.