Redacción Pamisalud Abril 5 2024
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El Instituto Nacional de Pediatría cuenta con una Unidad de Habilitación Cognitiva Asistida (UHCA) para la atención de pacientes con deficiencias en el neurodesarrollo, donde, con el uso de tecnología robótica educativa, las alteraciones disminuyen de forma significativa.
En entrevista, el jefe de la unidad, Eduardo Espinosa Garamendi, resaltó que el modelo de intervención neuropsicológica en la UHCA incluye la tecnología robótica educativa, fusionada con elementos computarizados de mecánica, construcción y programación para desarrollar una terapia personalizada, agradable y motivante para pacientes.
La complejidad del modelo se incrementa en cada sesión a medida que mejora la habilidad motriz, ya que las diversas actividades robóticas ayudan a niños y niñas con daño cognitivo a comprender conceptos matemáticos explícitos, identificación de colores, control inhibitorio, memoria de trabajo visoespacial, mantenimiento de respuestas positivas, prelectura, funcionamiento ejecutivo, de percepción y lenguaje.
Cada mes, indicó, 120 pacientes con problemas del neurodesarrolloreciben tratamiento, que consiste en terapias de 10 a 15 sesiones de 45 a 60 minutos cada una, con el apoyo de material educativo.
Espinosa Garamendi refirió que la etiología del daño ocasiona déficits y descompensaciones fisiológicas que alteran el adecuado intercambio químico y eléctrico entre neuronas, lo cual puede llevar a que los procesos cognitivos como la atención, memoria, percepción y funciones ejecutivas se vean afectadas, con impacto negativo en el máximo aprovechamiento académico y en la calidad de vida.
Destacó que, después de asistir a todas las sesiones, el personal de las áreas de neuropsicología, terapia cognitivo conductual y pediatría que integra la unidad, da seguimiento a los niños y niñas habilitados para seguir fomentando la retención de conocimientos y promover su creatividad.
Los problemas del neurodesarrollo pueden deberse a traumatismos, cardiopatías congénitas, nacimiento prematuro, epilepsia, autismo, dolor crónico, síndrome de Down, obesidad, y como consecuencia de tratamientos que pueden generar secuelas como la cirugía de corazón, neurológica o por cáncer, entre otros.
Resaltó que 35 pacientes con cardiopatía de entre ocho y 11 años fueron sometidos a este protocolo, a través del cual recibieron 192 horas de terapia asistida con robótica.
Las mediciones iniciales de las funciones básicas como el control motriz, inhibitorio, memoria de trabajo visoespacial y mantenimiento de respuestas positivas mostraron diagnósticos de daño moderado, severo y normal; al finalizar las sesiones resultaron en funcionamiento cognitivo normal alto.
El especialista resaltó que diversas líneas de investigación sobre este tema sugieren que como en la niñez se presenta un cambio de plasticidad y sinapsis en las redes neuronales, es probable que la habilitación con el uso de robótica induzca cambios, no sólo en el sistema cognitivo, sino en los procesos bioquímicos y moleculares que pueden favorecer la cognición de las personas.