También existen casos particulares donde es necesario colocar —por medio de cirugía— un neuromodulador cerebral profundo en sitios específicos del cerebro, con la finalidad de producir dopamina, la cual es necesaria para el manejo del párkinson.
“Mediante electrodos se redirige la funcionalidad o forma en que se produce la dopamina. Es importante mencionar que esta cirugía no es curativa, ayuda al tratamiento y no es para todos los pacientes; se debe evaluar quiénes son los candidatos a este procedimiento de acuerdo con la edad y características de su enfermedad.”
Para esta intervención, indicó, se cuenta con un equipo multidisciplinario conformado por mujeres y hombres neurólogos, neuropsiquiatras, psicólogos, neuroanestesiólogos y rehabilitadores, quienes en equipo analizan a los candidatos susceptibles a este procedimiento.
La rehabilitación física es un aspecto muy importante que debe iniciarse desde que se hace el diagnóstico, lo cual permite que la persona mantenga mejor funcionalidad y por más tiempo.
El médico residente de la especialidad de neurología del CMN “20 de Noviembre” recordó que el párkinson es un padecimiento neurodegenerativo, de causa no específica establecida y tiene alta frecuencia en población adulta mayor de todo el mundo, principalmente a partir de los 50 años.
Entre los síntomas se encuentran los de tipo motriz como: temblor en reposo, bradicinesia (lentitud de movimientos voluntarios) y rigidez de extremidades, que dificulta flexión y extensión de brazos y piernas. También, se registran los no motores, consistentes en bradipsiquia (lentitud en el proceso de pensamiento), presión baja, alteraciones en la función sexual, insomnio y sueño fragmentado, entre otros.
El experto subrayó que, hasta el momento, se desconoce específicamente su origen, sólo se sabe que 90 por ciento de los pacientes con párkinson son adultos mayores, y entre cinco y 10 por ciento puede ser por herencia genética.
Es fundamental visibilizar la enfermedad de Parkinson, hablar de ella, conocerla y entender que es posible tener una buena calidad de vida a pesar de padecerla. “Tomemos conciencia de cómo se manifiesta y, en caso de ser necesario, solicitar atención médica”.